jueves, 2 de marzo de 2017

El maestro y la taza de café

Analicemos y reflexionemos cómo entendemos la vida...
Para ello os invito a leer esta reflexión:
Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se reunió para visitar, en conjunto, a su antiguo profesor. Pronto la animada charla devino en constantes quejas por el exceso de estrés que les producía sus trabajo y la vida en general. En este punto del encuentro el profesor les ofreció café; fue a la cocina y regresó con una cafetera y una selección de tazas de lo más variopinta: unas eran de porcelana fina, otras de plástico, cristal... unas caras, otras baratas, unas decoradas finamente, otras más simples... Tranquilamente les invitó a que cada uno de ellos escogiera una taza y se sirviera un poco de café recién preparado.

Cuando hubieron hecho esto, el anciano maestro se aclaró la garganta, y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo diciendo: se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían más bonitas se terminaron primero y quedaron las más sencillas y baratas, lo que es natural, ya que cada quién prefiere lo mejor para sí mismo. Haciendo una pausa les dijo: ésa es la causa de muchos de sus problemas relacionados con el estrés que hace tan sólo un momento comentaban. Continuó diciendo: de la misma forma que les aseguro que la taza no le añadió calidad al café; en verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos, les digo que lo que realmente queríamos era degustar el café, no la taza, pero instintivamente buscaron cada cual la taza que les pareció más bonita o mejor. Seguido de esto, se pusieron a mirar las tazas de los demás, Para ver cual de ellas había escogido cada uno.

Ahora les invito a pensar en que la vida es el café... los trabajos, el dinero, la posición social etc, son meras tazas, que le dan soporte y forma a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de la vida que llevemos, solo es fachada ante los ojos ajenos. Sucede a menudo que, por centrarnos solo en la taza, dejamos de disfrutar realmente el café.
Yo les aconsejo que procuren disfrutar de su café...

La gente más feliz no es la que tiene lo mejor y más bonito de todo, sino, la que hace lo mejor con lo que tiene; así pues, recuérdenlo: Disfruten cada instante de su vida, no se mortifiquen por lo que no tienen o no pueden cambiar. Tengan paz, disfruten cada día de su vida, procuren dedicar 10 minutos a visualizar lo bueno que realmente quieren ver en su vida y recuerden siempre que la persona más rica no es la que tiene más sino, la que con lo que tiene, menos necesita. 


Así concluye su charla el anciano maestro diciendo: 
"Disfruten su café, que es lo realmente importante, no la taza en la que está".

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