domingo, 19 de febrero de 2017

Signos de interrogación y admiración o exclamación

A diferencia de lo que ocurre en otras lenguas, los signos de interrogación y exclamación son signos dobles en español, como los paréntesis o los corchetes. Por tanto, es incorrecto prescindir del signo de apertura en los enunciados interrogativos o exclamativos.
Como por ejemplo:
¿Quién le ha llamado? (no Quién le ha llamado?).
¡Qué prisa tienes! (no Qué prisa tienes!).

Por otra parte, después del signo de cierre de interrogación o exclamación se puede escribir cualquier signo de puntuación salvo el punto:
¡Ah!, olvidaba darte esto.
¿Han terminado ya de preparar la mesa?
—¿Qué vamos a comer? —preguntó.

Cuando los signos de cierre (? !) constituyen el final del enunciado, la palabra que sigue se escribe con mayúscula inicial.

¿Dónde está el restaurante? Olvidé mirarlo en la guía.
¡Qué frío! Coge el abrigo y la bufanda.

Estos signos se emplean para señalar que el sentido de la oración en la que aparecen es interrogativo (pregunta) o exclamativo (admiración).
Esta señalización sólo afecta a aquella parte del párrafo que presenta un contenido interrogativo o exclamativo como:

Si no llegamos a tiempo, ¿qué haremos?
Mañana tengo un examen, ¡ojalá apruebe!

Únicamente al comienzo de una oración interrogativa o exclamativa se escribirá mayúscula, pero no cuando sea parte de un párrafo o de una enumeración, como el ejemplo que sigue:

¿Cuándo llegaste?, ¿con quién?, ¿por dónde?, ¿hasta cuándo te quedas?
¡Qué enfadado estaba!; ¡cómo se puso!; ¡qué susto nos dio!

En este segundo caso, las diversas exclamaciones se separarán por coma o por punto y coma, e igualmente solo se iniciará con mayúscula la primera de ellas.
Cuando la exclamación está compuesta por elementos breves que se duplican o triplican, los signos de exclamación encierran todos los elementos: ¡Ja, ja, ja!

3. Usos especiales:

a) Los signos de cierre escritos entre paréntesis se utilizan para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayoría de los casos, de ironía: Tendría gracia (?) que hubiera perdido las llaves; Ha terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).

b) Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa: ¡Cómo te has atrevido? / ¿Cómo te has atrevido!; o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez: ¿¡Qué estás diciendo!? / ¡¿Qué estás diciendo?!

c) En obras literarias es posible escribir dos o tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa: ¡¡¡Traidor!!!

d) Es frecuente el uso de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas, especialmente en obras de carácter enciclopédico. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre: Hernández, Gregorio (¿1576?-1636), aunque también es posible escribir únicamente el de cierre: Hernández, Gregorio (1576?-1636).


sábado, 11 de febrero de 2017

Abreviaturas


Búsqueda en el diccionario...
En los artículos aparecen, entre otras, las siguientes abreviaturas. Nombres...
⧫ m. Nombre de género masculino. Cuando se refiere a personas, es de este género con independencia de su sexo. Si el lema da dos formas, una masculina y otra femenina, esta marca se aplica específicamente a la primera forma. Por ejemplo, en alto, -ta, el sentido 26 (‘altura’) lleva esta marca y por tanto se refiere específicamente a la forma alto, no a alta.

⧫ f. Nombre de género femenino. Cuando se refiere a personas, es de este género con independencia de su sexo: Luis es una bella persona. Si el lema da dos formas, una masculina y otra femenina, esta marca se aplica específicamente a la segunda forma.


⧫ m. y f. En la edición del 2014, esta marca indica palabras que tienen dos géneros en función del sexo de la persona. Si el nombre tiene dos formas (por ejemplo, frutero, -ra para la profesión), la primera se usa para el masculino y la segunda para el femenino, pero si tiene solo una forma (por ejemplo, periodista), esta se usa para ambos géneros (el periodista, la periodista). En anteriores ediciones esta marca solo se usaba en el primer caso, es decir, en nombres con dos formas según el sexo.

⧫ com. Nombre común en cuanto al género. Esta marca ya no se usa en la edición del 2014, pero en las anteriores se refería a nombres aplicados a personas con una única forma que se emplea en femenino o masculino en función del sexo: el periodista, la periodista. Ahora se marca como m. y f., igual que los nombres que tienen dos formas.

➧ ⧫ m. o 
f. (amb. hasta la 22.ª ed.) Nombre ambiguo en cuanto al género. Se aplica a cosas e indica que se puede usar en masculino o femenino, normalmente por variaciones dialectales.

⧫ pl. Se añade a las anteriores y significa que esa definición se aplica solo a la forma plural.

Si hay otras definiciones que no tienen esta marca, el plural hay que formarlo a partir del lema, como por ejemplo en anteojo: las definiciones 2-5 son para el plural y se aplican por tanto a anteojos. Si todas las definiciones llevan esta marca, entonces el lema ya está en plural, como media3, es decir, es los media (este último caso se da sobre todo en locuciones, como "castillos en el aire").

➤ Esa capacidad limitada del lenguaje inclusivo, o del discurso no sexista, debería apuntar más hacia los significados y no tanto hacia los significantes, de acuerdo a Escobar: "¿Por qué necesitamos formar modisto, asistenta o "sastra"? ¿Por qué cambia el significado de asistente y asistenta si el género morfológico simplemente marca sexo o género? ¿Por qué con pianista no podemos hacer "pianisto"? Creo que estas cosas son las que señalan que el lenguaje sólo retrata lo que somos, y que no es el problema".


➤ Una cuestión es eliminar por completo al sexo femenino de la lengua y otra volverse loco. Es evidente que estar constantemente diciendo en historia que "el hombre puebla la tierra", "el hombre inventa la rueda", "el hombre se hace sedentario"...etc., nos lleva a pensar que la mujer no existía o (estaba en la cueva esperando a que llegara su macho). Podemos decir con mucho más acierto "el ser humano". Y otra muy distinta son los discursos farragosos que hacen los políticos y sindicalistas con los dobletes de género que, además, están llenos de incorrecciones


El sexismo va más allá del masculino genérico



jueves, 2 de febrero de 2017

RIMAS XXIV


(Dos rojas lenguas de fuego)

Dos rojas lenguas rojas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan y, al besarse,
forman una sola llama;

dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que, al romper, se coronan
con un penacho de plata;

dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y, al juntarse allá en el cielo,
forman una nube blanca;

dos ideas que al par brotan;
dos besos que a un tiempo estallan;
dos ecos que se confunden:
eso son nuestras almas.

Autor: G.A. Bécquer